
08 sep
Marketing directo: qué es y qué beneficios tiene
¿Qué es el marketing directo?
El marketing directo es un conjunto de técnicas publicitarias que persiguen el objetivo de impactar a un público o target market muy concreto y de manera directa y medible.
Este tipo de marketing ayuda a las organizaciones a tener un contacto directo sus potenciales compradores, los cuales han elegido teniendo en cuenta criterios económicos, demográficos o profesionales, entre muchos otros. Al conocer tan de cerca a su target, las empresas pueden ofrecer productos o servicios que se adapten a lo que ellos necesitan.
La esencia del marketing directo es poner al cliente en el centro de la estrategia para construir una relación duradera en la que las dos partes consigan un beneficio.
Se trata de una técnica bidireccional que busca una comunicación en ambos sentidos en la que participa la empresa y el cliente.
Este tipo de marketing se caracteriza por utilizar distintos medios de comunicación para expresarse y persigue captar clientes y fidelizarlos. Gracias a los mensajes personalizados podremos conquistar a nuevos clientes y fidelizar o premiar a aquellos que ya teníamos.
Formatos del marketing directo
Existen una gran variedad de formatos para llevar a cabo el marketing directo, entre los que destacamos:
- E-mail marketing
- Correo ordinario
- Telemarketing
- Marketing en el punto de venta
- Marketing de catálogo
Beneficios del marketing directo
Son muchos los beneficios que ofrece el marketing directo pero hay dos de ellos que son realmente interesantes: la posibilidad de segmentar al público de manera detallada y el hecho de poder medir los resultados de tus campañas.
En marketing, para poder mejorar es necesario conocer los resultados de tus acciones, ya que no se puede optimizar lo que no se puede medir.
A continuación, detallamos algunos de los beneficios por los que te decantarás a utilizar técnicas de marketing directo:
- Los resultados son medibles
Las acciones de marketing directo se pueden medir, es decir, según la respuesta de los clientes podemos conseguir evaluar la rentabilidad de nuestras acciones y establecer resultados cuantitativos.
- Ayuda a crear y a actualizar bases de datos
Uno de los principales beneficios del marketing directo es que sirve para crear bases de datos limpias y actualizar aquellos contactos que tal vez ya no están interesados en nuestras ofertas.
- Más fidelización
Si conocemos más en profundidad a nuestros clientes podemos llegar a ofrecerles información que le pueda interesar, por lo que podremos generar una mejor percepción de nuestra marca, empresa o servicio.
- Mayor personalización
La clave del marketing directo es la segmentación del público. Si personalizamos nuestras campañas podremos dirigirnos a nuestro target de manera muy detallada y su respuesta nos ayudará a saber si se encuentran en el rango esperado o si tenemos que realizar modificaciones para próximas acciones.
- Permite descubrir nuevas oportunidades de negocio
Gracias al conocimiento del público y del mercado, el marketing directo puede ayudar a las empresas a conocer mucho mejor su entorno para ofrecer nuevas soluciones y respuestas más efectivas.
La otra cara del marketing directo
Aunque es cierto que el marketing directo ofrece muchas ventajas, también cuenta con algunas desventajas bastante significativas.
En primer lugar, cuando ponemos en práctica este tipo de técnicas podemos llegar a convertirnos en intrusos, ya que entramos en el espacio íntimo de nuestros consumidores y eso les puede molestar.
Otro de los grandes inconvenientes es no disponer de una base de datos actualizada. Este gran error nos llevaría a no segmentar bien a nuestro público, por lo que las acciones no tendrían un retorno positivo y estaríamos perdiendo el tiempo.
Por último, la saturación de envíos masivos de correos electrónicos o SMS, por ejemplo, pueden perjudicar seriamente a nuestra empresa y conseguir que el dominio sea reconocido directamente como SPAM.
Los pasos para crear una estrategia de marketing directo efectiva
Si te estás preguntando cómo implementar una estrategia de marketing directo para tu empresa, sigue leyendo.
1. Identifica a tu público y segméntalo
El primer paso para elaborar una estrategia de marketing directo es conocer a tu público. Crea una base de datos y fíltrala teniendo en cuenta tus objetivos.
Es muy importante que crees un buyer persona, es decir, un perfil de cliente ideal que te permitirá conocerlo en profundidad para decidir qué es lo que le puede interesar de tu empresa o de tus servicios. Si nunca has creado un buyer persona y quieres saber cómo hacerlo, haz clic aquí.
2. Ofrece contenido de calidad y beneficios reales
Debes darle a tu cliente eso que necesita en cada momento, por lo que tienes que crear contenido de interés, original y que aporte un valor añadido. Llama su atención y haz que quiera hablar con tu marca y que quiera conocer más. En definitiva, dale motivos para que te elija a ti.
También es importante que no prometas aquello que no puedes dar o que no puedes cumplir, ya que perderías credibilidad y tu imagen de marca se vería afectada.
3. Elige el canal de comunicación
En las estrategia de marketing directo se puede escoger uno o varios canales comunicativos. Teniendo en cuenta tus objetivos, el tipo de contenido y tu base de datos, elige el canal o los canales en función de tus clientes. Si por ejemplo cuentas con una base de datos de chicos y chicas jóvenes de entre 20 y 35 años, investiga qué canales utilizan y cuál es el mejor momento para enviarles comunicaciones.
No es necesario que solo elijas un canal y de hecho te recomendamos que implementes tu estrategia en todos los que consideres necesarios. La intención es encontrar puntos de contacto con tus clientes o potenciales clientes.
4. Realiza tests A/B
Antes de enviar una campaña masiva debes probar qué es lo que funciona mejor y qué tiene un mejor recibimiento. Para ello, realiza distintas particiones de tu lista de contactos y analiza el desempeño de cada acción. De esta manera, podrás perfeccionar tus campañas y optimizar al máximo tus recursos.
5. Mide los resultados
Como hemos dicho antes, no se puede mejorar lo que no se puede medir. Durante y después de finalizar tu campaña, mide los resultados teniendo en cuenta los KPI’s que te hayas marcado al empezar. Es importante que cuando planifiques las acciones que llevarás a cabo tengas en cuenta cómo vas a medir si han funcionado o no. Estas métricas te ayudarán a conocer de manera correcta cuál ha sido el ROI (Retorno de la Inversión) de tu campaña.
Si quieres lanzar tu primera campaña de marketing directo o si necesitas asesoramiento… ¡escríbenos y te ayudaremos!